
Con confesiones, fuerza y cicatrices abiertas, la cantante convirtió su concierto del 10 de mayo en un homenaje a las madres que se levantan
Domingo 11 de Mayo del 2025
En el Día de las Madres, Lupita D’Alessio cantó a todas las mujeres que tienen hijos: “divorciadas, madres solteras, lo que sea, felicidades, que Dios las bendiga”, expresó.
Y el público, que ayer por la noche asistió a su concierto gratuito en el Zócalo de la Ciudad de México, le respondió con aplausos y gritos de alegría. Porque ahí estaba la llamada “Leona Dormida”, quien desde el inicio de su carrera se distinguió por interpretar letras que en esa época eran atrevidas, al retratar a mujeres liberadas del machismo y dueñas de sus cuerpos.
Y demostró que en el contexto de su gira de despedida, tras cinco décadas de carrera, es adorada. Lo fue por Mercedes, la joven de 21 años que estuvo acompañando a su mamá de 53, quienes llegaron casi corriendo para encontrar lugar entre las sillas dispuestas para ellas, y así engrosar a los 20 mil espectadores que llegaron.
Fue esa gente la que coreó, ya fuera desde la salida a la avenida 20 de noviembre o la calle Madero, “Lo siento mi amor” y “Te pareces tanto a mí”.
“Le agradezco mucho a Dios, a la vida, estar en este escenario tan importante históricamente para nuestro país y en el mundo entero”, dijo la intérprete en su primer diálogo largo con el público.
Fue el momento que la D’Alessio aprovechó para hablar del pasaje oscuro de su vida cuando no podía ver a sus hijos, pues se cansó del maltrato de su entonces pareja.