
Los intermitentes aranceles y las discusiones de alto nivel en torno a ellos han exasperado a los equipos negociadores, según tres funcionarios mexicanos y dos fuentes canadienses familiarizadas con las conversaciones.
Jueves 6 de Marzo, del 2025
Funcionarios mexicanos y canadienses están cada vez más frustrados por las negociaciones arancelarias con el Gobierno de Trump, con una falta de claridad sobre lo que quiere exactamente Estados Unidos que hace que cualquier resolución parezca imposible, dijeron fuentes de ambos países a Reuters.
Después de implementar aranceles generalizados del 25% sobre los bienes procedentes de Canadá y México a principios de esta semana, el presidente Donald Trump anunció el jueves un indulto de un mes para México con una exención para el sector automotriz de América del Norte también en los trabajos.
Trump sólo había mencionado una exención para México, pero la enmienda que firmó a su decreto de imponer gravámenes del 25% a las importaciones de ambos países -que entró en vigor el martes- cubre también a Canadá.
Los intermitentes aranceles y las discusiones de alto nivel en torno a ellos han exasperado a los equipos negociadores, según tres funcionarios mexicanos y dos fuentes canadienses familiarizadas con las conversaciones.
Es como «tratar con una pareja enfadada y no sabes por qué está enfadada», dijo un funcionario mexicano. «No está claro lo que quieren».
La encargada de prensa de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, respondió a una solicitud de comentarios dirigiendo a Reuters al comentario público de la mandataria el jueves.
En un post en X, Sheinbaum dijo: «Tuvimos una excelente y respetuosa llamada (…) en el marco de respeto de nuestras soberanías».
Tanto la oficina del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, como la Casa Blanca no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.
Trump basó la justificación legal de los aranceles en la lucha contra el fentanilo y la inmigración ilegal, pero él y otros en su administración a menudo amplían la justificación para incluir déficits comerciales y proteger industrias estadounidenses como la automotriz y la maderera.
A pesar de la frustración compartida por México y Canadá, los dos países han adoptado tonos distintos en público. Sheinbaum ha subrayado su respeto por Trump y la estrecha cooperación con Estados Unidos, mientras que Canadá ha criticado sin rodeos el caos.