
En pocos días, León XIV está poniendo interés en recuperar la verticalidad de la liturgia tradicional, pero enfrenta una Iglesia que estaba empezando a conocer celebraciones más horizontales y participativas.
Sabado 17 de Mayo del 2025
El papa León XIV tiene enormes retos como líder de la Iglesia católica: continuar con la reforma de la curia vaticana sin disparar la ruptura que provocó Francisco; integrar la diversidad cultural de expresión de fe sin imponer desde Roma una teología occidental; transparentar las finanzas vaticanas y resolver un déficit económico de casi 2 mil millones de euros por pasivos en seguridad social de la curia romana.
El nuevo líder de los católicos apuesta por la paz, el diálogo y la unidad, propone una Iglesia que construya puentes en la sociedad y entre los países. El Papa busca tener un liderazgo moral universal, sin embargo la tarea parece una quimera porque enfrenta un mundo polarizado por los conflictos políticos, que no cree en los salvadores globales e incluso «un mundo con interpretaciones distintas y hasta enfrentadas sobre Dios», una cultura universal donde la Iglesia ha perdido influencia.
Muchos al interior de la Iglesia creen que León XIV viene a complementar la obra de Francisco, lo cierto es que hay un sector importante de la jerarquía de la Iglesia católica que no ve cómo va a ocurrir una continuidad entre el fraile agustino y la obra del sacerdote jesuita. Hay muchas dudas de cómo es que el nuevo Papa va mantener el liderazgo religioso y político del que gozan los pontífices para contribuir a la paz mundial.
Un detalle que es toda una revelación de lo que será el nuevo líder de los católicos: el actual Papa volvió a los apartamentos pontificios, abandonados desde el 2013. Asume a plenitud lo que representa el Palacio Vaticano. Su mayor tesoro no está en las obras de Rafael y Miguel Ángel, sino en su balcón, donde el Papa bendice a los asistentes a la plaza.
Tras la renuncia de Benedicto XVI, Francisco optó por vivir en la residencia de Santa Marta. Dijo que el aislamiento y el lujo lo deprimían y prefirió estar cerca de la gente.
Los observadores de la vida vaticana ya encuentran diferencias importantes entre los dos papas: «León XIV busca recuperar el peso simbólico-sacral del papado que Francisco relativizó en favor de la imagen pastoral». El Papa actual celebra con rito más sobrio, pero apegado a la liturgia tradicional, donde la verticalidad hacia Dios es más importante sobre lo horizontal (comunidad). León XIV ve la liturgia como instrumento de verdad y trascendencia, mientras que Francisco como vehículo de cercanía con el pueblo.